Buoká nació como un corazón de la palabra del viento.
Un día Buoká pensó crear a su hermano Rua-Wahari. Pensó que debía crearlo semejante a sí mismo. Buoká dijo: "Yo no puedo vivir solo en este mundo; tengo que crear a otro ser viviente semejante a mí y que tenga el poder de crear nuevas cosas para el mundo. También él debe saber crear nuevos seres vivientes".
Buoká vio en su ojo derecho una figura similar a la suya: esa figura era su espíritu invisible. De su espíritu invisible crearía a su hermano Rua-Wahari y lo nombraría Segundo Capitán Mayor.
Buoká vio su ojo derecho reflejado en un espejo. En su ojo estaba la imagen semejante a él. La sacó con mucho cuidado con la punta de un palito. Esta imagen era en realidad una pequeña célula viviente humana. Con esa célula podía crear a la segunda persona; iba a crear a su hermano Rua-Wahari.
Mientras sostenía en su mano la imagen, Buoká pensó: "Cómo voy a crear a una persona sin que sea parido por una mujer? Si la creo de otro modo, los otros se van a burlar de mí ellos van a decir que yo, Buoká, di a luz un niño. Para evitar que se burlen, voy a pedirle ayuda a nuestra madre Jä-tänäru". Y puso en el vientre de ella a su hermano Rua-Wahari. Al mismo tiempo Buoká creó a su hermana Chejeru sacando una imagen de su ojo izquierdo. Puso esa imagen en el vientre de Jä-tänäru junto a la de Rua-Wahari.
Jä-tänäru parió a los nueve meses a Rua-Wahari y a Chejeru.
Cuando Rua-Wahari cumplió siete meses, fue llevado a la casa de Cuenämu Ufuóda-u. Rua-Wahari fue dejado en la puerta de la casa y se arrastró como todos los niños.
Cuenämu recogió a Rua-Wahari y le preguntó:
-De dónde eres? Quiénes son tus padres?
Rua-Wahari le contestó así:
-Soy jefe de los lagos porque mis padres son los lagos.
Entonces le dijo Cuenämu: -La única persona que existe es Buoká, a quien nosotros creamos. Buoká es descendiente de nosotros; por esto tú debes ser hijo de él y nieto de nosotros. Tu nombre nieto, es Räunichsa.
Rua-Wahari creció en la casa de Cuenämu Ufuóda-u. Allí recibió todos sus poderes y el conocimiento sobre el bien y el mal.
Rua-Wahari regresó a la casa de Buoká y Chejeru después de recibir todos sus conocimientos. Ya Rua-Wahari había aprendido a crear nuevas cosas en el mundo. Buoká ya lo sabía, porque había visto en sus visiones a su hermano Rua-Wahari creando a los hombres. Pero Buoká tenía curiosidad por descubrir como Rua-Wahari nos creaba a nosotros los Uhuothoj'a. Llegó el día en que Buoká vio como Rua-Wahari creaba a los hombres en el lugar llamado Mariuek'a.
Rua-Wahari primero preparó una masa de carne de pescado en una laguna. Mientras descansaba, vinieron los cangrejos y se comieron la carne preparada. Por eso, Wahari se fue a otra orilla de la laguna para agarrar más peces. Wahari pescó y preparó más carne humana; de la masa de carne hizo el cuerpo, el cuello y, por último, el corazón. Siguió pescando y con cada pez que sacaba iba haciendo los ojos, el pelo, las orejas, la boca y la nariz. Así hizo Wahari hasta completar la pareja.
Cuando terminó de crear los Uhuothoj'a, Rua-Wahari les habló de los peligros que iban a enfrentar. Wahari les dijo a los Uhuothoj'a que los olores de los hombres serían peligrosos; que los hombres debín ser cuidadosos.
De las parejas Uhuothoj'a creadas por Wahari nacieron otros hombres y mujeres. Luego Rua-Wahari creó los alimentos y las diferentes clases de plantas. Cuando Rua-Wahari vio que su creación estaba bien, se fue a un lugar llamado Umorohä Ojuna.
Así creó Rua-Wahari a los Uhuothoj'a.
©Todos los derechos reservados, se prohibe la
reproducción salvo permiso por escrito del autor.
©All rigths reserved, material duplication is prohibited
without written authorization by its author.