Barquisimetoa finales del siglo pasado es una ciudad extendida sobre un ancho plano de tierra sosegada, con calles angostas por las que transitan, a un tiempo, el ajetreo del trabajo y la rutina de la calma, una ciudad de árboles enhiestos en los que la brisa limpia del valle del Turbio se arremolina en murmullos de ramas.
Funcionaba en aquella época el Hospital de Caridad, que destacaba entre construcciones de barro y caña con techos de tejas rojas. Aquí se dispensaban servicios médicos con recursos precarios, en un edificio ue además estaba muy deteriorado.Apremiado por las circunstancias, el Presidente del Estado, general Jacinto Fabricio Lara, decreta en 1877 la creación de una junta de beneficiencia para que administre y arbitre los recursos que el Ejecutivo asigna, entonces, a la reparación del Hospital. Esta antigua estructura se ubicaba en el área este del actual Museo de Barquisimeto.
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