rígenes de los onventos

Pero es necesario aclarar que -contrariamente a la creencia generalizada- la gran campaña de evangelización en la Nueva España, no se efectuó en los atrios de los conventos que conocemos. La construcción de nuestros monasterios pudo realizarse hasta después de que la población se había convertido a la nueva religión. Antes, los monjes estaban ocupados en la predicación, tratando de cubrir el máximo territorio posible.

La situación se volvía crítica si consideramos el cortísimo número de misioneros en relación con la cantidad de habitantes indígenas. Ante esta problemática, la necesidad de movilidad de los misioneros para poder cubrir territorio queda patente, pues en su caso no hubieran podido disminuir el área de trabajo y adecuarla al número disponible de monjes, sino al contrario, dado un territorio, debían organizarse para cubrirlo todo con el número de misioneros disponibles. En efecto, en todas las discusiones sobre la injusticia de la guerra de invasión, la única justificación posible era la evangelización, tomada como condición impuesta por el Sumo Pontífice a través de las famosas Bulas Alenjandrinas.

El misionero primero debía reunir a sus oyentes. Así surgió la necesidad del atrio, de modo independiente y separado de la necesidad de contar con espacios habitacionales para los monjes. Recordemos que para el mendicante el lugar de trabajo no se encontraba integrado a su lugar de habitación.

La acción mendicante tiene una primera etapa preconventual durante la cual ejerció su ministerio misional en forma itinerante, en un amplísimo escenario geográfico organizado bajo claves de comprensión indígenas: así surgieron los grandes atrios, las capillas abiertas, los catecismos jeroglíficos, los motivos de decoración llamada tequitqui. De no haberlo hecho así, el mensaje mendicante nohubiera tenido receptores, como sucedió en la campaña de evangelización intentada por mendicantes franceses en los amplios territorios de Canadá. Durante este breve periodo inicial, los misioneros habitaron en casas adaptadas provisionalmente y crearon enclaves en puntos estratégicos para estructurar su acción. Lograda la conversión del mundo indígena, los enclaves evolucionaron hasta transformarse en sede de los conventos que conocemos y conservaron muchas claves de la cultura indígena, que habían hecho comprensible el mensaje mendicante.

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